
A pesar de que en junio del año 2020, en plena pandemia, la concesionaria del transporte urbano de la ciudad de Vigo aceptó renovar durante cuatro años más el servicio, sabiendo que estábamos en plena pandemia por COVID y conocedor de que el servicio estaría mermado por las restricciones de ocupación así como reducción temporal de usuarios derivado del teletrabajo y los ERTES.
Sin embargo, parece que VITRASA no está dispuesta a dejar de percibir sus objetivos de beneficios, y es por ello que a pesar de percibir ya 5,5 millones de euros a través del plan de reequilibrio al que han podido optar las empresas prestadoras de servicios de transporte urbano, reclama al Concello de Vigo más de 13 millones euros. Si la justicia le da la razón, VITRASA se embolsará unos 19 millones de euros.
Pero aquí no terminan las pretensiones económicas de la concesionaria, también ha iniciado un procedimiento de “Descuelgue Salarial” para reducir un 30% el salario de sus trabajadores, aumentar la jornada de trabajo y reducir sus costes en uniformidad. Todo ello sumado a constantes recortes en el servicio que llevan aplicando desde hace tiempo, como la reducción de frecuencias.
Desde UGT consideramos un despropósito las intenciones de VITRASA. Una empresa que durante décadas ha obtenido elevados beneficios gracias a la explotación del servicio de transporte urbano de la ciudad de Vigo, y que ahora pretende expoliar a la ciudad y a los trabajadores. Pretende aludir a “causas de fuerza mayor” como si no supiesen cuando aceptaron la ampliación del contrato que el COVID ya formaba parte de nuestras vidas.
“Si no están satisfechos con los resultados económicos que perciben del servicio, en la actualidad, váyanse y cierren al salir”, UGT no está dispuesta a negociar “un atraco contra los trabajadores y contra la ciudad de Vigo”.